Cuando comience el día 21 estaremos saliendo de San Carlos de Bariloche superando ya los 5600 km de aventura. Y ahí nomás, apenas crucemos la localidad de Villa Lago Gutierrez, empezaremos a bordear el Lago Gutiérrez.

Rodeado por los conocidos cerros Otto, Catedral y de la Ventana, el mismo no forma parte de los famosos (en-realidad-no-serían) Siete Lagos, vaya uno a saber por qué. Mide unos 10 km de largo por 1,5 km de ancho. Su superficie aproximada es de 16 km2 y la profundidad máxima llega a los 111 m.

Una de sus características más reconocidas es el de ser uno de los lagos más templados de la Patagonia, debido a que sus aguas provienen en su mayoría de lluvias y no de agua de deshielo. Esto lo convierte en un destino interesante para los turistas que desean meterse en él. 

Los indios tehuelches lo llamaban Ojo de Dios y los mapuches, Lago Verde. Pero recién en 1877 Francisco P. Moreno llega a él por primera vez y lo bautiza Gutierrez en honor a Juan María Gutiérrez, estadista argentino admirado por Moreno. 

Un dato que nos sorprendió mientras investigábamos es que el nivel de sus aguas está elevado artificialmente debido a una esclusa ubicada en el arroyo Gutiérrez, la cual alimenta a una usina eléctrica. Sería interesante ver cómo sería el lago con su nivel natural. 

Del otro lado de este espejo de agua, visto desde la Ruta 40, y a unos 14 km del centro de San Carlos de Bariloche, se encuentra la Casa del Guardaparques, el cual es el comienzo de un sendero que nos va a permitir llegar a la bella Cascada de los Duendes (400 m), a un mirador del Lago Gutierrez (1 km), a la Plaza Muñoz (7,5 km) y al Refugio Frey (10 km).

¿Podremos conocer todos esos lugares? Quizás lleguemos a la cascada, pero no estamos seguros. Como ocurre en las localidades más grandes, es necesaria una visita especial para poder conocer todas estas bellezas naturales.

Más información:

https://es.wikipedia.org/wiki/Lago_Guti%C3%A9rrez

https://blog.interpatagonia.com/blog/2019/05/20/cascada-de-los-duendes-en-bariloche/