Día 4 de nuestro viaje para recorrer la #Ruta40 de punta a punta. Acá estamos yendo por la RN 9 hacia el norte, entre Salta y San Salvador de Jujuy, a través del Camino de Yungas (también conocido como el Camino de Cornisa).
Llevábamos un poco más de 1600 kms de viaje. Habíamos dormido en la ciudad de Salta y para seguir nuestra travesía teníamos dos opciones: ir “por afuera”, utilizando la RN 34, la cual está siempre colmada de camiones o “por adentro”, por la RN 9. La decisión fue simple, debido a que esta última opción tiene unos paisajes que te deslumbran.
Una vez que dejamos atrás el Dique Campo Alegre, la ruta comienza a zigzaguear a través del frondoso bosque que cubre los cerros entre Salta y Jujuy, y nos permite llegar hasta los 1500 msnm. Íbamos despacio, disfrutando cada curva, cada vista, sin que nadie nos apurase. Cada tanto nos topábamos con caballos y vacas sueltos. Una de éstas se nos cruzó luego de una curva y nos obligó a detenernos completamente.
Y la dejamos pasar, claro. Es su casa.
El asfalto, por momentos en buen estado y por momentos algo golpeado, es muy angosto. Como todo camino de montaña teníamos a un costado la pared casi vertical y del otro, el precipicio. En ambos lados, los árboles jugaban con los rayos del sol mientras éstos se escabullían entre las ramas, generando esas sombras tan bonitas que nos daban ganas de parar y quedarnos tomando mate por ahí. Pero la ruta es estrecha y los sectores para detenerse están contados con los dedos de una mano.
¿El dato de color? Nos hicieron un análisis de alcoholemia justo antes de ingresar a este camino.
Luego de todas estas vueltas, y habiendo llegado al Dique La Ciénaga, seguimos viaje. El día aún nos esperaba con un montón de hermosos lugares para conocer.