Comenzamos la Ruta 40

Continuando con nuestra serie de #tbt les queremos comentar sobre el final de nuestro día 6. 

Seis de la tarde en La Quiaca con 2100 kms recorridos desde casa y listos para comenzar a recorrer la #Ruta40. Como salíamos mucho más tarde de lo esperado por los problemas que tuvimos, decidimos ir solo hasta Santa Catalina. Pusimos primera y, pasando rigurosamente por el comienzo (el final) de la ruta, emprendimos la aventura.

Al principio toma rumbo oeste superpuesta con la RP5. Son muy pocos metros de asfalto para volverse de tierra/ripio, que sufriremos durante 5 días y casi 800 kilómetros. La excitación ante la incertidumbre, la soledad, el estado de la ruta, cuánto tardaríamos en recorrer los 64 kilómetros, la nafta, el auto, nosotros… Un trámite para los lugareños, no para nosotros. 

Al principio la ruta es increíblemente ancha, sinuosa pero no tanto y con muy pocas subidas y bajadas. Cuando ya no veíamos a La Quiaca a nuestras espaldas, detuvimos el auto y nos bajamos. Queríamos sentir el aire, el silencio, la soledad. Si me preguntan, creo que hubiera tirado la carpa ahí para pasar la noche, pero seguimos. Íbamos despacio. El auto se mantenía firme incluso cuando el serrucho se hacía más pronunciado y comenzábamos a temblar como dentadura a cuerda.

Luego de cruzar La Ciénaga, Tafna y la Cuesta de Toquero llegamos a Cieneguillas, desde donde se puede acceder a la hermosa Laguna de los Pozuelos. Acá tomamos el primer desvío. La 40 continúa hacia el oeste, pero nosotros tomamos hacia el noroeste por la RP5 hacia nuestro destino. 

Durante el resto del viaje el paisaje casi no cambió. Cruzamos varios ríos secos, en silencio. El sol alargaba las sombras de este inhóspito lugar, solo acompañado por ovejas y alpacas. Los últimos kilómetros fueron irregulares cruzando unos cerros para llegar a la hondonada donde se encuentra Santa Catalina. Llegamos con las últimas luces de la tarde. Estábamos agotados debido al día lleno de problemas. Sin conexión de ningún tipo estábamos preparados para el resto de la aventura.

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