Ruta 40 – Resumen días 1 a 5

Luego de cinco días de viaje, hemos llegado a La Quiaca, en la provincia de Jujuy, punto de inicio de nuestro recorrido por la Ruta 40. Si sumamos todos los desvíos que realizamos, ya superamos los 2000 kms de viaje a lo largo de distintas rutas nacionales.

El primer día salimos a la tarde desde Buenos Aires con destino Rosario, en la provincia de Santa Fe, en lo que fue un camino de apenas 300 kms por autopista. Tuvimos algo de tráfico debido al horario, pero nada que nos haya preocupado.

Luego de una noche en la cual no pudimos dormir del todo bien por los nervios, el segundo día visitamos el imponente Monumento Histórico Nacional a la Bandera, donde se izó por primera vez la bandera argentina.

Más tarde salimos desde Rosario con destino a la ciudad de Santiago del Estero, capital de la provincia homónima. Fueron algo más de 770 km de autopista y ruta agotadores. Al llegar fuimos recibidos por familiares quienes nos abrieron sus brazos y las puertas de su casa para pasar la noche. La cena fue muy especial: empanadas santiagüeñas de carne hechas en horno de barro, tal como se viene haciendo en los pueblos desde hace siglos. Su sabor, incomparable. Y gracias al horno de barro, nunca dejaban de estar calientes. La noche terminó con hermosas historias, anécdotas y leyendas locales. Como aquella de la cabeza decapitada que recorre las noches haciendo un particular ruido, similar a un silbido, para pedir agua a quienes la oyeran.

El tercer día arrancó complicado. Antes de salir nos dimos cuenta que teníamos un neumático bajo producto de un tornillo. Lo volvimos a inflar y en una gomería nos ayudaron a repararlo.

Solucionado ésto, fuimos camino a Yerba Buena, en la provincia de Tucumán. Ahí nos nos esperaban en un colegio los chicos de quinto grado quienes nos iban a realizar un reportaje sobre este viaje. Para nosotros, un momento muy especial.

Continuamos viaje hacia San Miguel de Tucumán, capital tucumana, donde visitamos la Casa Histórica de la Independencia, donde se proclamó la independencia argentina.

El caluroso día terminó luego de 500 km, cuando llegamos a la ciudad de Salta, capital de la provincia del mismo nombre. A la noche cenamos dos platos típicos de la zona: humita (una pasta de maíz con queso) y locro (un guiso con zapallo, porotos, maíz, papas y carne, entre otros). Riquísimos. Agotados, nos fuimos a dormir a 1152 msnm.

El cuarto día fue el primero en donde comenzamos a recorrer hermosos lugares de la Puna argentina. El recorrido fue corto (apenas 185 km) pero muy intenso. Primero fuimos desde Salta hacia San Salvador de Jujuy (capital de la provincia de Jujuy) a través una RN 9. Un intrincado camino de montaña, asfaltado pero de regular estado, donde apenas pasan dos autos. Por momentos era como pasar por un túnel de árboles que ocultaban el sol matutino. Nuestros ojos no daban abasto para verlo todo.

Luego comenzamos a subir muy fuerte y llegamos a Purmamarca, a 2324 msnm. Un pequeño pueblo jujeño muy pintoresco, colorido, lleno de magia, música y muchos artículos propios de la zona (ponchos, gorros, manteles, etc.). Las casa de adobe, barro, chapa y paja se caracterizan por sus tonalidades marrón y rojizo. Almorzamos una carne asada muy sabrosa, distinta a la que estamos acostumbrados en Buenos Aires, que nos encantó.

Y ahí nomás fuimos a conocer el Cerro de los Siete Colores. Una formación montañosa en donde la piedra cambia de color por capas horizontales: amarillo, blanquecino, verde, marrón, pardo, rojo y rosado. Mágico e imponente.

El cielo comenzaba a nublarse. Ya era hora de seguir viaje con destino a Tilcara, en Jujuy, dónde íbamos a dormir.

Pero la lluvia nos agarró de manera imprevista. Fue media hora en donde la tormenta se desató con violencia. Jujuy es una zona muy seca en donde los ríos no tienen agua… hasta que llueve. Ahí los ríos se ponen muy violentos y se desbordan. En nuestro caso, luego de cruzar alguno de éstos que comenzaban a crecer, pudimos llegar a destino antes de enterarnos que la ruta había sido cortada debido a las fuertes corrientes. Estábamos agotados y dormimos casi sin comer mientras afuera la tormenta continuaba.

El quinto día salió el sol. Pareciera que nunca hubiera llovido. Salimos de Tilcara con destino a La Quiaca, ambas en Jujuy. Primero pasamos por Humahuaca (un pequeño pueblo muy similar a Purmamarca y Tilcara).

Luego de recorrerlo, decidimos ir hasta la Serranía de Hornocal, donde se encuentra el Cerro de los Catorce Colores.

Fueron 25 km de ripio para pasar de 3000 a 4350 msnm donde se encuentra el mirador. El camino fue muy duro, con pendientes muy pronunciadas, en donde la altura comenzó a hacernos efecto. La solución local: mascar hojas de coca o tomar té de coca. Y funcionan, al menos para reducir los síntomas. El Cerro de Catorce Colores, imponente. Sus capas de colores parecen ser pintadas con un pincel, en líneas horizontales.

Ahora sólo nos quedaba bajar e ir a La Quiaca. Fueron algunas horas dónde otra vez la lluvia se hizo presente, pero muy liviana. Llegamos a la media tarde, luego de 250 km, algo mareados (estamos a 3442 msnm), pero felices de haber terminado la primera etapa del viaje. Para darnos un pequeño gusto extra, cruzamos hacia la ciudad de Villazón, en Bolivia, donde conocimos el mercado local que está justo en la frontera.

Ahora si. Estamos en una de las puntas de la Ruta 40 muy ansiosos por comenzar el viaje. Nos van a tocar dos o tres días largos y agotadores. La aventura recién comienza…

Podés leer el resto de los resúmenes acá:

7 thoughts on “Ruta 40 – Resumen días 1 a 5

  1. Excelente crónica de este trámite de su largo viaje.Va a ser una guía parazón los que queríamos copiar el trayecto , aunque sea en una parte.

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