El día 14, mientras recorramos Mendoza y casi al mismo tiempo que visitemos la Laguna de la Niña Encantada, será el momento de visitar el Pozo de las Ánimas.
Para ellos deberemos desviarnos unos 35 km al oeste de la Ruta 40, por la RP 222, para acercarnos a la localidad de Las Molles. Ahí podremos acceder a esta caprichosa formación geológica, compuesta por dos depresiones de 300 y 265 m de diámetro, con una pared de unos 80 o 90 m hasta la superficie del agua, la cual tiene una profundidad de unos 20 m.
Estas depresiones se llaman dolinas y se producen cuando se disuelven los depósitos subterráneos de roca, generando estas fantásticas depresiones.
La leyenda cuenta que en la antigüedad, dos pueblos que habitaban a ambos lados de la cordillera estaban en conflicto. La tensa situación derivó en que el pueblo que estaba del otro lado cruzara hacia estas tierras y persiguiera al pueblo local. Durante dicha persecución, una mañana los invasores fueron encontrados, entre gemidos, agonizando en el fondo de estos pozos. Al parecer, la tierra había cedido bajo sus pies, acabando con ellos. Los lugareños llamaron a los pozos “Trolope-Co” (agua de los muertos o agua del gritadero de las ánimas). Y hoy en día, estando ahí y gracias a los fuertes vientos de la zona, aún se pueden oír los gemidos suplicantes de los muertos.
Luego de conocer este pintoresco lugar, volveremos los 35 km hacia la Ruta 40. El día aún no habrá terminado…
Contamos con el apoyo de Bardahl.
Más información:
http://www.losmolles.com.ar/pozo-de-las-animas.html