ACLARACIÓN: ante varios comentarios recibidos queremos comentar que la foto pertenece a la Capilla del Rosario de Coyaguayma y no de la iglesia de Susques. Disculpas por la confusión 🙂
Cuando terminemos el día 6 y habiendo superado los 2300 km de nuestra aventura, llegaremos a la localidad de Susques (3900 msnm), donde pasaremos la noche para descansar de un día agotador.
Conocida como El Pórtico de los Andes, está ubicada en el oeste de la provincia de Jujuy, en uno de los límites con la provincia de Salta y rodeada por los ríos Susques y Pastos Chicos. Es una de las localidades más antiguas de nuestro país y está conformada por algo más de 1100 habitantes.
Los primeros pobladores fueron atacameños quienes se mantuvieron ahí incluso cuando la zona estaba dominada por el Imperio Inca. Pero todo cambió con la llegada de los españoles en el siglo XVI.
Susques formó parte en distintos momentos de Salta del Tucumán y de Potosí (ambas del Virreinato del Río de la Plata) y luego de la provincia de Salta. Pero se mantuvo en disputa con Bolivia y Perú durante varios años hasta que fue confirmada como parte de Argentina en 1889. En 1900 comenzó a formar parte del Territorio de los Andes (algo así como una provincia, ubicada al noroeste argentino) hasta 1943 donde ésta se disolvió y Susques comenzó a formar parte de Jujuy.
No hay una definición sobre qué significa su nombre. Al parecer deviene de una voz atacameña, pero no hay certezas.
El pueblo es chico y está constituído en su mayoría por pequeñas casas de adobe con techo a dos aguas. Su punto más característico es la capilla Nuestra Señora de Belén, la cual fue consagrada en 1598 y ostenta el título de la iglesia más antigua de Jujuy. Su techo es de paja sostenido por vigas de cactus unidas por tientos de cuero. Sus paredes de adobe están decoradas internamente por coloridas pinturas. Su antigüedad y su excelente estado de conservación asombran.
Cuenta la leyenda que en el lugar donde se erige la capilla se encontró una imagen de la Virgen de Belén, patrona de Susques, y por eso se construyó ahí la iglesia. Dentro de ella podemos encontrar, además, un órgano y unas campanas, las cuales fueron traídas desde Bolivia.
El día que lleguemos, intentaremos recorrer y admirar sus calles, para luego descansar y poder continuar nuestro recorrido hacia el sur.
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